El Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura de Alemania (BMEL) ha notificado este miércoles 30 de octubre dos nuevos casos de peste porcina (PPA) en jabalíes en el estado de Brandemburgo, por lo que el número de casos asciende a 38.
Uno de los animales ha sido localizado en la misma área en la que se habían encontrado todos los jabalíes afectados por el momento, sin embargo; el otro se ha encontrado en el distrito de Märkisch Oderland, a solo unos pocos kilómetros de la frontera germano-polaca, y fuera de la zona previamente definida.
El Ministerio de Agricultura ha advertido que esto significa que las autoridades de Brandemburgo tendrán que redefinir el acotamiento de la zona para adaptarlo a este nuevo descubrimiento y seguir frenando la expansión de la enfermedad.
Por su parte, en Brandemburgo, la ministra de Asuntos Sociales, Sanidad, Integración y Protección al Consumidor del Estado de Brandeburgo, Úrsula Nonnemacher, ha comparecido para explicar la situación.
“Este caso de PPA se encuentra a unos 60 kilómetros del área central establecida en los distritos de Oder-Spree y Spree-Neisse. Ahora tenemos una nueva situación. Todos los actores responsables están muy bien preparados para esta emergencia y trabajan en estrecha coordinación y a toda velocidad para implementar rápidamente todas las medidas necesarias”, ha manifestado.
La ministra ha señalado que ahora hay dos eventos epidémicos separados en Brandeburgo. “Existe un proceso de infección muy dinámico en el oeste de Polonia. Necesitamos una valla sólida a lo largo de toda la frontera entre Brandeburgo y Polonia, desde Uckermark hasta Spree-Neisse, para evitar que los animales infectados se muevan”, ha defendido.
Eso sí, ha advertido que las vallas sólidas son una de las muchas medidas en la lucha contra la peste porcina africana, y no son “una panacea”. “Esta enfermedad animal también puede ser transmitida por la actividad humana a distancias muy largas”, ha insistido.
DELIMITACIÓN DE ZONAS AFECTADAS DE ALEMANIA
Alemania había definido hasta el momento una delimitación por zonas para controlar la expansión de la PPA. Esta está compuesta por una zona infectada de un tamaño aproximado de 1.110 kilómetros cuadrados, en la que se localizan un total de 32 explotaciones porcinas (cinco de ellas con un elevado censo, de entre 200 y 5.000 animales).
En el interior de la zona infectada, se había establecido una zona core o de alto riesgo, que incluye todos los casos detectados en jabalíes y cuenta con un perímetro de 60 km y una superficie de 150 kilómetros cuadrados, que contiene en su interior 5 explotaciones porcinas. Es esta zona es la que tendrá que redefinirse.
De momento, se ha establecido un área preliminar con un radio de alrededor de 15 kilómetros alrededor del jabalí infectado. Además, el distrito de Märkisch-Oderland ha elaborado un decreto general sobre enfermedades animales con el que se definen medidas específicas para las zonas de restricción, que entrará en vigor en breve. Estas medidas son muy similares a las establecidas hasta el momento en las áreas infectadas y de alto riesgo.
Las medidas adoptadas en estas zonas incluyen la búsqueda intensiva de cadáveres de jabalíes; la prohibición de la caza de todas las especies animales; limitación del acceso de personal no autorizado a zonas boscosas (sólo en zona core); la prohibición de labores agrícolas; y, entre otras, la retirada de jabalíes del medio por personal autorizado y bajo estrictas medidas de bioseguridad.
Hasta ahora, Alemania también había definido alrededor de la zona infectada original una zona buffer o tampón, con una extensión de 2.300 kilómetros cuadrados, y que cuenta con 100 explotaciones porcinas y un censo aproximado de 20.000 cerdos, aunque no se ha concretado si se verá afectada por estas nuevas medidas anunciadas.
En esta zona se han aplicado medidas como caza intensiva y trampeo, se mantienen las labores reforzadas de búsqueda de cadáveres, análisis serológico y virológico de todos los jabalíes hallados muertos, instalación de contenedores para almacenamiento de cadáveres de jabalíes cazados sanos o refuerzo de vigilancia epidemiológica en explotaciones, entre otras.