El Gobierno de Países Bajos ordenó este jueves el sacrificio de 215.000 pollos después de diagnosticar varios casos de gripe aviar en una granja de la ciudad de Puijflijk, en el este de Países Bajos, donde también prohibió el transporte de estas aves, los huevos y el estiércol. Por su parte, el Gobierno francés anunció este jueves que ha aumentado a «elevada» la alerta por gripe aviar en los corredores de paso de aves migratorias y en zonas con un riesgo.
El Ministerio de Agricultura, Naturaleza y Alimentación cree que se trata de la variante altamente patógena del virus, la H5N8, la misma versión detectada en una granja de pollos cercana la semana anterior.
Para evitar que la gripe aviar se propague aún más por la región, Agricultura ha decidido sacrificar las 100.000 gallinas ponedoras de la granja afectada, pero también las 115.000 que están en una finca cercana, en un radio de 1 kilómetro, como medida preventiva, aunque no se haya detectado el virus en la segunda granja.
El Gobierno de los Países Bajos también establece una zona de seguridad de 10 kilómetros alrededor de la finca de Puijflijk, lo que supone que las 24 granjas avícolas instaladas en la zona deberán someterse a medidas de higiene más estrictas de lo habitual, y tienen prohibido transportar aves de corral, huevos, estiércol, y otros productos de origen animal.
También habrá otro cinturón de vigilancia de tres kilómetros, que incluye un total de seis granjas de pollos a las que se someterá a pruebas de la gripe aviar.
Por su parte, el Gobierno francés anunció este jueves que ha aumentado a «elevada» la alerta por gripe aviar en los corredores de paso de aves migratorias y en zonas con un riesgo particular ante la detección de varios casos en otros países del norte de Europa, en especial en los Países Bajos.
El Ministerio de Agricultura afirmó en un comunicado que de momento «Francia está indemne de gripe aviar», pero justificó el nuevo dispositivo porque tras la detección de dos cisnes enfermos en Holanda el 23 de octubre, se han confirmado otros focos de infección en ese mismo país, pero también en Alemania y en el Reino Unido.
En total, 45 del centenar de departamentos franceses han pasado a un nivel de riesgo «elevado», lo que supone en primer lugar que las explotaciones de aves tienen que ser clausuradas con una red y hay que reducir las salidas de los animales al exterior.
Además, se prohíben allí las concentraciones de pájaros (como las ferias, las exposiciones o los concursos), que tampoco se podrán trasladar a eventos de ese tipo en el resto del país.