La Organización Panamericana de Salud (OPS) acaba de recomendar a sus estados miembros que ante los crecientes episodios confirmados de influenza aviar en el continente americano “refuercen la coordinación de los sectores involucrados en la alerta y respuesta ante eventos zoonóticos, e implementen las medidas necesarias con el fin de contener patógenos emergentes que puedan poner en riesgo la salud pública”.
En especial, la alerta del organismo multilateral pide “vigilar la aparición de enfermedad tipo influenza (ETI) o de Infección respiratoria aguda grave (IRAG) en personas expuestas a aves (domésticas, silvestres o en cautiverio) infectadas con virus de influenza”. El documento, publicado el 19 de noviembre de 2022, recoge decenas de casos confirmados del mal en aves, en cinco países: Canadá, Estados Unidos, México, Perú y Colombia.
Aclara la OPS que el caso peruano versa sobre más de 300 aves acuáticas silvestres halladas muertas en zonas costeras del departamento de Piura, en las cuales se detectó el virus en su versión de alta patogenicidad. Allí no estuvo involucrada ninguna instalación avícola, ni siquiera de traspatio.
Es importante destacar que el mismo informe es enfático en que “del total de brotes de influenza aviar registrados en la Región de las Américas, en 2022, hasta la semana 45, se ha identificado solamente un caso de influenza aviar de alta patogenicidad (H5N1) en una persona que participó en el sacrificio de aves en una instalación avícola comercial en Estados Unidos”.
Dicho paciente estadounidense fue aislado y tratado con antivirales, no requirió hospitalización y se recuperó completamente. En este evento no se identificó evidencia de transmisión de persona a persona del virus. “Hasta el momento no se ha reportado transmisión humana de persona a persona causada por virus de influenza aviar A(H5N8), A(H5N2), o A(H5N1) ni en las Américas ni a nivel mundial”.
Finalmente, la OPS abogó por una coordinación intersectorial para enfrentar esta amenaza potencial, al parecer leve por el momento. “El control de la enfermedad en los animales es la primera medida para reducir el riesgo para el ser humano. Por ello, es importante que las acciones de prevención y control, tanto en el sector animal como en el de salud humana, se lleven a cabo de manera coordinada y concertada. Se tendrán que establecer y/o fortalecer mecanismos ágiles de intercambio de información que faciliten la toma coordinada de decisiones”.