Durante los últimos 12 meses, los productores de carne de cerdo en Europa se han enfrentado a una serie de desafíos, incluido el aumento de los costos de los insumos, nuevos brotes de peste porcina africana, nuevos requisitos ecológicos y el aumento del costo de vida de los consumidores. Como resultado, la producción de carne de cerdo en la región ha caído a su volumen anual más bajo desde 2014, con un total de 22,1 millones de toneladas en 2022, un 5,6 % menos que el año anterior.
Alemania fue el país más afectado, con una caída de la producción de casi un 10% respecto al año anterior, lo que supuso una pérdida de casi medio millón de toneladas en 12 meses. La reducción en el número de sacrificios fue la razón principal de la caída en la producción, con la UE27 registrando el menor número de sacrificios de cerdos desde 2014.
El recuento de cerdos de la UE en diciembre de 2022 mostró una tendencia continua a la baja, especialmente en el número de cerdas reproductoras. Esto indica que habrá una reducción en la cantidad de cerdos disponibles para el sacrificio en 2023, lo que podría conducir a precios más altos en el mercado europeo del cerdo si el consumo interno se mantiene estable.
Si bien las perspectivas a corto plazo de la UE pronostican estabilidad en el consumo, las perspectivas a más largo plazo prevén una caída tanto en el consumo como en la producción, lo que debería llevar al mercado a una posición más equilibrada.