Los cambios en los patrones de propagación han llevado a los líderes y expertos a revisar las herramientas existentes de prevención y control de la influenza aviar, incluido el uso de vacunas.
Frente a la actual crisis mundial de gripe aviar, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) organizó un Foro de Sanidad Animal celebrado durante la reciente 90ª Sesión General de la OMSA, dedicándolo totalmente a la enfermedad.
El Foro sirvió como plataforma para que expertos internacionales, el sector privado y representantes gubernamentales participaran en discusiones significativas sobre los desafíos y perspectivas actuales para combatir la influenza aviar.
Desde el año 2005, el número de animales afectados por la gripe aviar ha sido enorme, con más de 500 millones de aves muertas o sacrificadas por la enfermedad. “Su impacto devastador se extiende más allá de las aves domésticas y silvestres, amenazando los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria por igual”, advierten.
“El reciente cambio de paradigma en la ecología y la epidemiología de la gripe aviar ha aumentado la preocupación mundial a medida que la enfermedad se ha extendido a nuevas regiones geográficas, ha provocado mortandades inusuales de aves silvestres y ha provocado un aumento alarmante de casos en mamíferos. La naturaleza en rápida evolución y los cambios en los patrones de propagación han alentado a los líderes y expertos a revisar las herramientas existentes de prevención y control de la influenza aviar, incluido el uso de vacunas”, añaden desde la OMSA.
Durante el Foro, todos los miembros de la OMSA discutieron cómo minimizar los impactos de la gripe aviar en todos los sectores. Así, los participantes discutieron el impacto de la enfermedad, la idoneidad para el propósito de las herramientas de prevención y control existentes, el impacto del comercio internacional y la necesidad para mejorar la coordinación mundial. Después del Foro, la OMSA emitió un informe completo que recoge las discusiones y los resultados.
LA VACUNACIÓN DE GRIPE AVIAR, UN PUNTO CLAVE DE DISCUSIÓN
La vacunación surgió como un punto crítico de discusión. Y es que señalan que los países que anteriormente dependían de métodos convencionales para controlar la gripe aviar “ahora enfrentan desafíos abrumadores que los han llevado a explorar medidas adicionales”.
“Junto con la bioseguridad, el control de movimientos y el sacrificio sanitario, la Asamblea General de la OMSA debatió el uso de la vacunación como una herramienta complementaria y discutió ampliamente los desafíos de implementación asociados”, explican.
Asimismo, remarcan que se reconoció que una estrategia de vacunación exitosa debe basarse en vacunas autorizadas que coincidan estrechamente con las cepas del virus en circulación. “Además, debe ir acompañado de una sólida vigilancia de la enfermedad, que pueda demostrar la ausencia de infección en la población de animales domésticos, tal como recomienda el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OMSA”, subrayan.
“Al considerar todas las medidas de control basadas en la ciencia existentes y usarlas de acuerdo con las recomendaciones internacionales, los países pueden desarrollar sus propias estrategias nacionales adaptadas a su contexto local y garantizar su eficacia”, insisten desde la OMSA.
En este sentido, los miembros de OMSA adoptaron una resolución que servirá como base para dar forma a las futuras actividades de control de la influenza aviar, al tiempo que protege la vida silvestre, apoya la industria avícola y la continuidad del comercio.
La resolución destaca en particular la importancia de que los Miembros respeten e implementen las normas internacionales de la OMSA para combatir eficazmente la influenza aviar. “Reconocer el uso conforme de la vacunación sin consecuencias negativas en el comercio según los estándares de la OMSA enfatiza aún más la necesidad de contar con sistemas sólidos de monitoreo de vacunación y vigilancia de enfermedades”, indican.
“La OMSA se mantiene firme en su compromiso de abordar la crisis mundial de la influenza aviar. A través de nuestro trabajo normativo, esfuerzos de convocatoria y apoyo a nuestros miembros, nuestro objetivo es salvaguardar la salud animal y humana, proteger la biodiversidad y preservar los medios de subsistencia de las personas afectadas en todo el mundo”, concluyen.