Autores:
- M.V. Daniel Alejandro Molina Morán – Especialista en cerdos – Trouw Nutrition Sur y Centroamérica
- PhD.Juan Miguel Peralvo Vidal – Gerente Técnico – Trouw Nutrition Sur y Centroamérica
Los minerales son elementos inorgánicos necesarios en la nutrición de los cerdos. Estos se encargan de mantener diferentes funciones biológicas esenciales, las cuales pueden ser de mantenimiento, crecimiento y reproducción. Los minerales son clasificados en dos grupos de acuerdo con su requerimiento en la dieta. Según Suttle (2010), los minerales que son requeridos en cantidades mayores a > 100 ppm son clasificados como macrominerales (Ca, Cl, K, Mg, Na, P y S) y desempeñan funciones dentro del balance ácido-base, así como funciones reguladoras y estructurales en los huesos y dientes. Así mismo, Goff (2015) indica que, los minerales requeridos en cantidades menores a < 100 ppm son catalogados como microminerales o minerales traza (Cr, Fe, I, Mn, Mo, Co, Se, Z n y Cu), los cuales se desempeñan principalmente como componentes de enzimas, coenzimas, hormonas y sobre todo en la actividad inmunológica.
Los cerdos modernos son animales de un alto potencial de crecimiento y deposición muscular. Por lo cual, es indispensable suplir las necesidades minerales de los cerdos a través de la alimentación. En la actualidad existen diversas fuentes de las cuales se puede adicionar el mineral deseado, de tipo óxido, sulfato, hidroxi y orgánicas, las cuales debido a su estructura químico/molecular poseen diferentes niveles de biodisponibilidad. La biodisponibilidad en los minerales corresponde a la tasa de absorción y liberación del mineral, lo cual sucede en el intestino delgado, lugar donde también se absorben los minerales. Para esto, el equipo de investigación de Trouw Nutrition, ha validado la biodisponibilidad de los diferentes minerales disponibles en el mercado, determinando que los hidroximinerales “IntelliBond®” (Hidroxicloruro de Cu, Zn y Mn) poseen una mayor biodisponibilidad asociado a un impacto positivo en la ganancia diaria de peso, la conversión alimenticia y los resultados económicos de una producción.
Es importante tener presente la función del Cobre, Zinc y Manganeso en los cerdos
Si bien se menciona que el Cu (10 ppm), el Zn (50 ppms) Liu et al., 2018 y el Mn (4 ppms) Pallauf et al., 2012, son minerales traza debido a que requieren dosis menores a 100ppm para atender los requerimientos fisiológicos de los cerdos. Sin embargo, la inclusión de estos minerales a un nivel superior Cu (150 ppm), el Zn (100 ppms) y el Mn (40 ppms) los convierte en promotores del crecimiento. Múltiples estudios evaluando dosis superiores al requerimiento fisiológico han determinado efectos positivos en los indicadores zootécnicos en los cerdos en crecimiento, así como también han demostrado propiedades antimicrobianas. Por lo cual, el uso de Cu + Zn + Mn o sus combinaciones a un nivel superior al fisiológico, se ha convertido en una estrategia para reducir el uso de antibióticos y promover una mejor salud gástrica.
Respecto al cobre (Cu), este es parte de algunas enzimas relacionadas a procesos biológicos necesarios para el mantenimiento o crecimiento del animal, al ser también parte del citocromo C oxidasa (Gaetke, 2003), que forma parte de la cadena de electrones, necesaria para la respiración celular. Asimismo, se ha identificado que mejora la digestibilidad de las grasas (Espinosa et al., 2021), siendo una herramienta importante para reducir la prevalencia de diarrea, debido a su efecto antimicrobiano, en base a estudios de Shannon y Hill (2019) con dosis de 150 ppm en cerdos en crecimiento y con hasta 250ppm en lechones.
En relación al Zinc (Zn), este mineral es esencial en el funcionamiento de algunas enzimas, el metabolismo del ARN y del ADN, síntesis de proteínas y la inmunidad celular mediada (Salgueiro et al., 2000). Uno de los síntomas más importantes de la deficiencia del Zn en cerdos, se manifiesta con lesiones en la piel y paraqueratosis (Tuker y Salmon, 1955).
Por su parte, el Manganeso (Mn), también es parte de procesos metabólicos en los cerdos, así como es clave en el funcionamiento de muchas enzimas endógenas. Por ejemplo, el manganeso superóxido dismutasa, que actúa como principal enzima antioxidante dentro de la mitocondria (Holley et al., 2011). El Mn también es importante debido a que puede interactuar con la vitamina K, favoreciendo la coagulación de la sangre y la hemostasis (Aschner y Aschner, 2005).
Dinámica de los hidroxicloruros respecto a otras fuentes minerales
Existen diversas fuentes de minerales usadas en dietas de cerdos, dentro de las cuales se pueden mencionar los sulfatos, óxidos y los cloruros como las más comunes. Se ha determinado que los sulfatos son altamente solubles en agua y escasamente solubles cuando son sometidos a un pH ácido (Justel, Klaros y Taboada, 2015). Además, se ha demostrado que el uso de esta fuente mineral puede tener reacciones antagónicas con otros elementos presentes en la dieta, así como puede generar un alto impacto ambiental debido a la alta excreción del mineral en las heces (Zhao, et al. 2014).
En otras palabras, esta fuente mineral se disocia al entrar en contacto con la saliva del animal, por lo que su disponibilidad a nivel intestinal es baja. Mientras que en los hidroxicloruros (hidroximinerales) sucede todo lo contrario, debido a que se forman fuertes enlaces, denominados covalentes, entre la fuente mineral y el grupo hidroxilo.
Los enlaces covalentes le confieren mayor estabilidad a la molécula en presencia de saliva, manteniendo la molécula unida en la parte superior del tracto gastrointestinal, y solo liberando el mineral al entrar en contacto con el ácido clorhídrico que se secreta al estómago e intestino proximal durante la digestión. Esto favorece su biodisponibilidad y propicia una mejor absorción a nivel intestinal, resultando también en una reducción en la cantidad excretada al ambiente mediante las heces.
Bajo el mismo principio que no existe disociación de la molécula en presencia de saliva, se puede resaltar otra característica de esta fuente mineral, que es la alta palatabilidad. Al no disociarse en la cavidad bucal, las papilas gustativas del cerdo no detectan el sabor metálico, lo que ocasiona un consumo preferencial por el alimento adicionado con este tipo de minerales.
IntelliBond® aplicados a la producción porcina
Un estudio realizado por el equipo de investigación de Trouw Nutrition demostró la eficiencia de los minerales IntelliBond® en la producción porcina. Se realizó un ensayo comparando los minerales tipo sulfato y los minerales tipo hidroxi (IntelliBond®) a una dosis baja (25 ppm) y alta (150 ppm).
Esta evaluación determinó que tanto a dosis bajas como altas de minerales IntelliBond® se da un incremento en la proporción de cerdos pesados (20% y 30% respectivamente), mientras que la proporción de cerdos livianos se vio disminuida a 5.5% y 4.5%. La dosis baja y alta de otras fuentes minerales alcanzó una proporción de cerdos pesados de 9.1% y 13.6%, mientras que la proporción de cerdos livianos en estos tratamientos fue de 29.1% y 16.4%, respectivamente.
Otra prueba realizada en un total de 444 cerdos con una duración de 105 días y una separación de tres fases demostró que en la última fase existió una diferencia en la ganancia diaria de peso para aquellos cerdos que fueron alimentados con dieta suplementada con hidroximinerales, teniendo una diferencia de +45.3 gramos de ganancia por día.
Este mismo estudio también evaluó el rendimiento en canal de los diferentes tratamientos, resultando en un mayor rendimiento (+0.53%) para aquellos cerdos que fueron alimentados con Cobre y Zinc proveniente de hidroxicloruros.
Tanto los estudios de laboratorio como pruebas en campo en condiciones comerciales demuestran el efecto positivo y superioridad de los hidroximinerales IntelliBond® vs los minerales tipo óxido y sulfato.
Bibliografía
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