“Los desafíos hoy son múltiples. Nos apareció esta pandemia que nadie la tenía agendada. A los temas que ya teníamos como trazabilidad, bienestar animal, rotulado y etiquetado del huevo, comercialización, antibióticos y salmonella, ahora sumamos la pandemia”, dijo en una entrevista con Paralelo 32.
Recomponer precios y ajustar oferta
– ¿Cuáles son hoy los desafíos de la avicultura del huevo?
— Urgentes tenemos dos. En primer lugar el tema de los precios. Si la Secretaría de Comercio Interior no escucha los pedidos de CAPIA, que son un montón. Es un año electoral y donde se mueve un poco más la inflación en febrero, este mes, van a salir a la cacería de vuelta. Están haciendo convenios con organizaciones sociales para que hagan controles de precios. Va a ser una cacería y estamos nosotros en la primera línea de fuego.
– ¿Y en segundo lugar?
— Ajustar la oferta. Hoy, en promedio, los alimentos bajaron un 14,1% en el consumo; los de primera necesidad, donde está el huevo, bajaron 8,9% y seguimos produciendo lo mismo. Eso significa que la gente tiene menos plata para gastar. Estamos en el país con 48 millones de gallinas, cuando se pueden tener 41/42 millones a un precio razonable, se van a vender los 6 millones sobrantes pero a costa del precio de las 48 millones. Además el Estado no deja recomponer precios.
Otros temas en la agenda avícola
– Hay fuerzas políticas que militan por un control de precios sin entender la producción primaria. ¿En avicultura cómo estamos en cuanto a precios?, ¿en queja, cambiando la plata, u holgados?
— Son varias respuestas a dar. La respuesta institucional es que CAPIA está trabajando desde fines de marzo de 2020 para defender a todos los productores. Lamentablemente Entre Ríos ha sido una provincia muy dura y hostil, hemos tenido muchas empresas fiscalizadas y multadas injustamente. Y se lo hemos explicado a las autoridades de Entre Ríos y nacionales, pero hicieron oídos sordos. La persecución viene de la Secretaría de Comercio Interior, que da potestad a la provincia y sale a cazar. Afortunadamente, lo entendieron, pero tarde y las multas quedaron, para varias empresas de la Provincia de Buenos Aires y de Entre Ríos.
Prida agregó: “Le hemos demostrado al gobierno nacional que con un 5,5% de recuperación de precios no podemos seguir sosteniendo los precios de venta. Hoy, el productor avícola ha perdido muchísima plata, hemos tenido dos o tres meses de un ‘veranito’, pero no todos, solo algunos. Los productores formalizados no pueden subir los precios porque se estarían auto incriminando cuando hay una normativa que impide aumentar el precio. Muchos productores venden a supermercados a 71/73 pesos la docena, y el supermercado lo vende a 142/145 pesos. El productor entrega a pérdida y el supermercado le gana el 100%”.
Moda vegana
“Cada día que pasa tenemos más riesgos de seguir perdiendo mercados. Avizoro que si esto no cambia, la industria se va a contraer a nivel mundial entre un 7% y un 15%. Pero no porque el huevo es malo, sino porque la moda vegana se va a ir imponiendo cada día más. Hoy tenemos un aliado indiscutible en los médicos que promueven consumir proteína animal. En diez años esos médicos no van a estar vigentes, van a venir las nuevas camadas de médicos, que la mitad está a favor y la mitad en contra. Tengamos cuidado porque están informando mal a la sociedad, y nosotros tenemos la obligación de salir a replicarles, decir a la sociedad que no es así y dar nuestros argumentos”, comentó Prida.
– ¿El bienestar animal se viene? ¿La avicultura va hacia allí?
— Yo creo que no, creo que va una parte de la avicultura en base a lo que pida el consumidor. Va a ser el consumidor quien va a terminar optando, no el Estado diciendo de qué manera producir. Es un producto más caro de producir. Pero, gracias a Dios, hemos logrado el año pasado un trabajo muy bueno de SENASA, con el apoyo de CAPIA, que lideró en todo el continente americano para que se deje producir con todos los sistemas alternativos y que sea el consumidor quien elija qué tipo de huevo quiere consumir. Lo hemos logrado, ya está el preacuerdo y en mayo se hace en Francia la reunión anual para votar el nuevo código de gallinas ponedoras, que autoriza a seguir produciendo en jaula. Destacó que “el bienestar animal no es tanto como dicen. La producción en jaula es más amigable al medio ambiente que la producción libre de jaula. Tiene menos huella de agua y de carbono; los animales, que tienen 60 años de desarrollo genético, se lastiman menos dentro de las jaulas que afuera. Lo que debemos hacer son algunas acciones que ayuden a mejorar el actual bienestar animal. ¿Es caro? No creo, lo podemos hacer y no hace falta cambiar equipamiento, hace falta un poco de responsabilidad”.
Fuente: Paralelo 32