La reciente propagación de la gripe aviar en Japón ha generado una crisis en la industria avícola del país, afectando principalmente la producción de huevos y llevando a un aumento considerable en su precio. Desde principios de enero de 2025, los precios de los huevos han experimentado un incremento notable debido a la necesidad de sacrificar millones de aves afectadas por el virus.
En Tokio, el precio mayorista del huevo tamaño M aumentó de 225 yenes por kilogramo a 250 yenes en solo dos semanas, y se prevé que siga subiendo. Este incremento ha sido impulsado por los brotes de gripe aviar en varias prefecturas productoras de huevos, como Aichi y Chiba, que han resultado en el sacrificio de más de 6,9 millones de aves hasta la fecha. El Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca (MAFF) de Japón ha advertido que esta cifra podría superar el récord histórico alcanzado durante la temporada 2022-2023, que vio la muerte de más de 17 millones de aves.
Este fenómeno, denominado «Egg Shock», ha afectado tanto al mercado minorista como al mayorista, donde los precios podrían llegar a niveles similares a los alcanzados en el pico de la crisis avícola de 2022-2023, cuando los precios superaron los 350 yenes por kilogramo. La escasez de suministro y la creciente demanda han presionado aún más los precios al alza.
Ante esta situación, el MAFF ha comenzado a implementar medidas para mitigar los efectos en el mercado. Entre las acciones propuestas están la redistribución de huevos a las zonas afectadas por la escasez, el uso de huevos líquidos congelados en la industria alimentaria y la extensión del período de producción de las gallinas ponedoras.