Que la peste porcina africana no sea zoonosis es “una suerte” y a la vez “una desgracia”

José Manuel Sánchez-Vizcaíno es catedrático de Sanidad Animal en la Universidad Complutense de Madrid y director del laboratorio de referencia para la peste porcina africana (PPA) de la OMSA. Además, también se encuentra al frente del proyecto VACDIVA, subvencionado por la Unión Europea, y con el objetivo de desarrollar una vacuna contra la PPA.

José Manuel Sánchez-Vizcaíno brindó declaraciones relacionadas a la Peste Porcina Africana y su expansión en el mundo para un medio informativo español.

La peste porcina africana, que afecta tanto al cerdo doméstico como al silvestre (Jabalí), es una amenaza real para cualquier país con sector porcino. Arrasando por todos los continentes, nunca antes en la historia la enfermedad había tenido una distribución tan amplia con tantos millones de animales afectados. La enfermedad conlleva enormes costes económicos y considerables trastornos comerciales, y está afectando gravemente los medios de vida rurales.

Sobre la expansión de la enfermedad, el experto afirma que se produce “por dos mecanismos”, el primero “es su capacidad de resistencia”, el virus “es como una autentica fortaleza” y, además, tiene unos mecanismos de difusión “muy peligrosos”.

En palabras de Sánchez Vizcaíno, el hecho de que la PPA no sea una zoonosis, “es una suerte, por un lado, para la salud pública”, pero “es una desgracia para la sanidad veterinaria”. Al no afectar a las personas, en muchos países no europeos, “animales enfermos o portadores se sacrifican en mataderos y se comercializan”. Estos productos aparecen en puertos y aeropuertos, o personas que viajan con comida de países infectados y “acaban dejando los restos en cualquier zona”.

Proyecto VACDIVA

El proyecto VACDIVA, coordinado por el propio Vizcaíno, fue seleccionado por la Comisión Europea para ser financiado con 10 millones de euros, “una cantidad verdaderamente importante en investigación en sanidad animal”.

El objetivo de VACDIVA es resolver el problema de la PPA en Europa y en los países afectados a través de acciones de innovación sobre unos candidatos vacunales previamente establecidos, y cuenta con “un consorcio internacional muy potente”, con gente especializada en todas las áreas.

El nombre elegido para el proyecto hace referencia, según señala, a la necesidad de desarrollar una vacuna que sea DIVA, es decir, que sea capaz de diferenciar a los animales vacunados de los infectados. “Es fundamental en un programa de vacunación en una enfermedad tan completa como esta, es vital saber qué animales están vacunados y cuáles infectados”.

Sobre el desarrollo de la vacuna, apunta que “el jabalí es su primera meta”, ya que es “el verdadero problema” como difusor de la enfermedad. Por ello, la del jabalí es la vacuna “que más avanzada tenemos”, y añade que a lo largo del 2024 ya existirá un “producto farmacéutico importante”.

Fuente: Diario Veterinario

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